lunes, 15 de junio de 2020

VERANO LITERARIO 2020 - Semana de comedia romántica


Los libros son para cualquier época del año, pero el verano es una época propicia para establecer una larga, pausada e intensa relación con algunas novelas. 
En el grupo de facebook Románticas al límite empezó un evento llamado Verano literario 2020 en el que se ha preparado un calendario de 4 semanas llenas de romance, y si te apetece como yo, aprovechar cualquier motivo para hablar de novelas así y conocer más de cerca a sus autoras, entonces esta información te gustará.


El evento tiene como inspiración literaria a historias de comedia romántica, romance histórico, romance contemporáneo, romance paranormal y romance erótico. Como ven, cada categoría tendrá su semana y tanto autoras como lectores podrán disfrutar en esos días de vídeos en vivo y muchas ofertas.   

Espero que se animen a participar, y para irnos entusiasmando, les dejaré por aquí un pequeño regalo sobre cada título que estará en la semana del 15 al 19 de junio de Comedia Romántica. Por cierto, si das clic sobre el nombre del libro, un enlace te llevará hasta su promoción de $1,07 en Amazon

LORENA ESCUDERO
El gran dios griego del amor lleva siglos jugando con los corazones de los mortales, y su comportamiento no ha hecho más que empeorar en los últimos tiempos. Se ha convertido en un joven egocéntrico y caprichoso a quien no le importa nada más que su propia diversión.
A causa de ello, Zeus decide castigarle de la manera en que más pueda dolerle... Convirtiéndole en uno de los estúpidos mortales a los que ridiculiza.
Nuestro querido dios probará de su propia medicina, camuflado entre nosotros, exento de todo poder... Y con un corazón humano, que quizá le haga sufrir por amor. 
—¡Yiiiiiiiiiihaaaaaaaaaaaa! —No pude evitar gritar a todo pulmón, como si estuviera cabalgando al mismísimo caballo de Hades.
E hice un giro cerrado para darle más dramatismo al asunto.
—¡AAAAAAAAARRRGGGGHHHHH!
Espera, me parece que he escuchado algo... Da igual, ¡esto va que te cagas!
—¡AAAAAAAAARRRGGGGHHHHH!
Eh... Sí, definitivamente he escuchado algo.
Y de repente, cuando miré a mi izquierda, no había nadie.
—Pero, ¿¡qué...!?
Miré hacia popa y allí estaba Alma, patas arriba en el suelo, agarrada al asa del compartimiento del motor para no caerse y dándose golpes en el culo cada vez que saltábamos una ola. Las braguitas del biquini estaban hechas un gurruño dentro de su trasero, por lo visto atraídas hasta dicho escondrijo por los vaivenes marinos...

CAROLINA VIVAS
El bombón más moderno, escandaloso y curvilíneo de la capital de Venezuela acaba de escapar de su propia boda. Algunos matrimonios no duran para toda la vida, pero un par de horas sin duda es un nuevo record.
La comunidad Arecuna no está preparada para Belén Alvares, y ella definitivamente no está preparada para el doctor Juan Josué Miranda, trigueña y salvaje ayuda con la que cuentan los habitantes de Canaima.
Juan Josué, tan colaborador como guapo, siempre trata de mantenerse alejado de las turistas, las despedidas y relaciones pasajeras no le interesan. Pero ésta mujer con su sonrisa sincera y ojos que parecen ver dentro de él pronto hace que pierda el juicio.
Cada uno tiene modos diferentes de enfrentarse a la vida, lo que ellos ignoran, es que en ésta tierra mágica todo puede suceder.
Arecuna es donde ocurren los romances que no parecen de éste mundo, donde no hay caducidad ni días que contar; donde sin estar buscando encuentras todo lo que se ama para siempre.
―Oye, princesa, ¿qué haces? ―Ella extiende una mano en mi dirección.
―Holaaaa, principeeee… Ven aquí. ―Se explaya en una sonrisa. Yo arrugo la frente.
―Acércate tú ―le pido. Me observa durante unos largos segundos y me sonríe de nuevo―. Solo hazlo con cuidado, ¿de acuerdo?
―Tengo mucho que decirte. Ven, Juan Josué… Debes ver los peces de colores que saltan de la cascada. ¡Mira ahí está uno! ―grita emocionada, y señala hacia el frente. Cuando intenta ponerse de pie se tambalea un poco, se vuelve a sentar y mi pulso se dispara en latidos irregulares. Ella se ríe y…
«¿Qué coño ha dicho que vio?»
―Belén, ¿qué sucede? Deja de jugar y ven hasta aquí.
―No.
―¿No?
―¿Y si saltamos desde aquí? ―Al fin se pone de pie―. Sería lindo nadar con ellos, ¿no crees? 
―Por favor, Belén. Te vas a caer… ―digo sin aliento.
Y se cae. 
Pero sobre mí.
Porque corro tan rápido que logro agarrarla por la cintura y evito que salte al río. 
Estoy tirado en el suelo, con ella encima de mí, con una distancia mínima de nuestras bocas y sin quejarme por haber amortiguado el golpe con mi espalda. La sujeto fuerte de la cintura y es ahí cuando lo noto, sus preciosos ojos no están grises sino muy rojos.  
―¿Estás bien? A mí me duele la espalda, pero tú no andas en este planeta. ¿Qué diablos te sucede?, ¿acaso fumas marihuana o algo así? ―Ella rueda y se acuesta boca arriba, comenzando a reírse a carcajada limpia. 
―¡Ay, Juan José, eres tan divertido! 
La miro sin comprender. Se agarra el cabello y lo esparce hacia arriba en la hierba, noto que en la oreja tiene una flor. Trago saliva y se la quito para examinarla.
«¡Mierda, es Salvia!»
―¿De dónde sacaste esta flor? ―le pregunto.
―¡Hay muchas y vuelan como aves!  ―Sonríe. 
La miro y me río. Pobre princesa, seguro está montada en una alfombra voladora mágica. Si aspiras el olor de esa flor te produce una especie de trance o efecto alucinógeno; lo bueno es que no causa daños y que el efecto solo dura una hora.
―Vamos, te llevaré a la comunidad. ―Me siento.
―No quiero irme. ―Agarra su cámara de fotos―. ¿Por qué es tan pequeñita?
―Porque estás drogada y porque seguro ves todo pequeño o muy grande. ―Me mira con el ceño fruncido, se sienta y toma mi rostro entre sus manos, me jala las mejillas, abre mi ojo y estira mi labio inferior. Se ríe cuando me quejo.
―¡Maldición, sí! ―Ladea la cabeza―, tienes los ojos chiquiticoooos, pero la boca… ―Se queda pensativa―, ¿puedes besarme?  

LEE VINCENT
Trébol jamás imaginó que un viaje junto a sus tres amigas le cambiaría la vida para siempre. Solo bastó conocer al irresistible Liam Farrell, un hombre extremadamente sexy y fanfarrón, para descubrir que a veces el amor se presenta como una trampa.
¿Podrá Trébol resistirse ante un Liam Farrell decidido a conquistarla?
Acompaña a este club de amigas en varias situaciones caóticas que te harán morir de la risa. ¿Te gustaría ser parte de El Club de Trébol? Requisitos: Estar desajustada mentalmente y tener unas ganas intensas de vivir.
PD: ¡Cuídate de Farrell, le dicen “El Temible”
#LiamEstasMasBuenoQueLaNutella
El hombre se alejó y llamó a otro compañero, quien escaneó la caja con un aparato portátil. 
―Les aseguro que no hay nada de importancia en el interior ―les dije para persuadirlos, pero se negaron a escuchar. 
Después que abrieron la caja con sumo cuidado, como si se tratara de una bomba, el primer hombre tomó en sus manos el consolador dorado y observó maravillado, como quien encuentra un tesoro. 
―Uf, mira lo que tenemos aquí, Fernández. ¿Habías visto algo así antes? ―Se dirigió a su compañero mientras soltaba una tímida sonrisa. 
―No, mi novia tiene uno mucho más ordinario. No entiendo para qué, si yo soy más que suficiente, aunque me jura que nunca lo ha utilizado. 
Bufé en mi mente. ¿El hombre era imbécil? 
―Señora, vamos a incautar a su amiguito dorado porque representa un objeto un tanto "sospechoso"―dijo el hombre que inició la intervención. ¿Sospechoso? ¿Estaban de broma?―. Siento mucho la molestia.   

MIRIAM MEZA
Hay ciertos eventos en la vida que marcan un antes y un después. Como en las películas o los libros, en los que un giro de la trama sorprende a los protagonistas y cambia inesperadamente su futuro. Lo que no me esperaba es que uno de esos momentos trascendentales sucediera después de una noche de copas, cuando mi mente no estaba precisamente en el sitio correcto.
«Mi cuerpo sí. Y qué sitio, compañera».
Pero el destino no espera, y Murphy tampoco. Y lo que ese par me tenía preparado esa mañana de resaca era un encuentro cercano con un encantador de serpientes que pondría mi vida de patas arriba.
«Como si tener resaca no fuera suficiente».
Quedarme parado como un imbécil mientras ella se vestía no era precisamente lo que debería hacer un caballero, menos aún un oficial de la ley, pero me resultaba imposible apartar la mirada. Ella era adictiva. Magnética.
«Y yo soy un idiota».
—Yo… —empecé a decir, sintiendo la necesidad de llenar el silencio con algo. Cualquier cosa—. Lo siento.
Sí, disculparme probablemente era una buena estrategia, no sea que la invasora nudista termine presentando cargos contra mí y contra mi hermano. Eso es algo que ningún policía necesita en su expediente.
—¿Qué es exactamente lo que sientes? —me preguntó mientras se abrochaba el vestido. Ella estaba de espaldas hacia mí así que no podía leer la expresión de su rostro—. ¿Que una mujer desnuda haya despertado en tu cama, o no ser tú quien la trajo? —añadió mirándome por encima del hombro.
—Que alguien te haya usado para jugarme una broma —admití y ella asintió. 
No era justo que alguien se sintiera en la posición de manipular a una mujer ebria, mucho menos para abandonarla luego en un lugar extraño. Mis ganas de reorganizarle el rostro a puñetazos a Luca no hacían más que crecer. Ya me inventaría algo para explicar su cambio de apariencia en la comida familiar del domingo. 
—Ahora tengo una duda… —dijo ella interrumpiendo mis pensamientos—. ¿Siempre despiertas toqueteando la almohada? 
Su audacia me sorprendió. Internamente empecé a sonreír, pero eso fue solo hasta que ella se giró para seguirme haciendo preguntas.
—¿O pensaste que era tu hermano? —Cuando las palabras dejaron su boca pareció disgustarse con la idea y frunció el ceño—. Uy no, eso sí estaría raro, mejor no respondas —dijo luego negando con la cabeza. Esta mujer estaba loca, pero no podía negar que su locura era divertida.

JONAIRA CAMPAGNUOLO
Sofía Martínez es una joven espontánea, divertida e inteligente, que sabe muy bien lo que quiere y está enfocada en alcanzar sus metas con una mente positiva y entusiasta. 
Al culminar sus estudios universitarios abandona la protección paterna y se muda a Miami, con todos sus ahorros y un manojo de ideas que la ayudarán a fundar una empresa de diseño de interiores. Sin embargo, la realidad que encuentra en esa ciudad, tan pujante y competitiva, es diferente a lo que ella había imaginado y eso hace temblar su determinación.
Pronto se da cuenta que las bases en las que están sostenidos sus sueños son débiles y descubre ciertas facetas de la vida en las que antes no había reparado. Como el poder seductor del amor, que es capaz de hacerte olvidar con facilidad los proyectos que te has trazado, y el llamado incesante de la familia, que en ocasiones exige tanto de ti que puede alejarte de tu camino.
Ella no descansará hasta ver cumplidas sus metas profesionales, pero tampoco está dispuesta a perder las nuevas emociones que encontró en esa ciudad. Necesita un equilibrio, aunque el paso que deberá dar para obtenerlo podría ser muy doloroso.
¿Haciendo cosas indebidas en la casa de tu hermana? ¿Cómo harás para esconder tus travesuras?
El estallido les llegó a ambos sin previo aviso y los hizo gritar por la descarga. 
La placidez del cansancio los dejó inmóviles, uno encima del otro, mientras el oxígeno les llegaba de nuevo al cerebro. Sofía no podía coordinar sus pensamientos, ni sus emociones, solo captaba las sensaciones de su cuerpo satisfecho e hipersensible. 
Poco a poco la humareda de la pasión se le fue desvaneciendo del cerebro, en el preciso instante en que escuchó el sonido del motor de la Pick-up de Ronald. 
—Maldita sea —masculló con la voz quebrada por el agotamiento físico y empujó a Tony, tumbándolo con brusquedad al suelo antes de levantarse de un salto del sofá.
Si su cuñado se enteraba de lo que ella acababa de hacer en su sala se quejaría ante Camila y con eso, su hermana tendría los motivos suficientes para echarla de la casa.
—¡Corre, corre! —reclamó la chica mientras se apresuraba a recoger la ropa desperdigada por la sala. 
—¿Por qué? ¿Qué pasa? —preguntó Tony confuso y se acarició la cadera que se había golpeado al caer al suelo.
—¡Ronald llegó y no puede verte! —declaró y lo tomó por el codo para arrastrarlo hacia la habitación de su hermana. 
—¿Y qué pasa si me ve?
—¡¿Qué pasa?! —inquirió ella alarmada— Camila me hará picadillo si descubre lo que acabamos de hacer aquí, ¡así que muévete! Tienes que esconderte —ordenó mientras entraban en el dormitorio de Camila.
No existía un espacio seguro donde ocultar a Tony, solo bajo la ropa o dentro del clóset. 
Eligió la última opción. Tomó de nuevo el brazo del hombre y lo empujó hacia el armario. 
—Cálmate, bella —le instó él sin poder disimular su diversión.
Ella no atendió sus exigencias, abrió las puertas de par en par y apartó hacia una esquina las prendas allí colgadas.
—¡Entra! —pidió con tal severidad que Tony no tuvo más opciones que obedecerla. La chica estaba al borde de un colapso nervioso. 
El hombre se acomodó sobre unas sábanas dobladas en el fondo mientras Sofía le lanzaba encima la ropa que a él le pertenecía, antes de cerrar…
¿Qué saldrá de tal locura?

MARISA MAVERICK
Aún me parece increíble…
¡Una pregunta!
Una sencilla e inocente pregunta fue suficiente para que mi vida tomara un camino que nunca imaginé ni deseé.
Ese día, y tras pensarlo, elegí el color verde, relajante, fresco y optimista. ¡Si tan solo me hubiera imaginado por un segundo lo que llegué a descubrir! Pero yo era… ¿inocente, idiota? ¿Tal vez las dos cosas juntas? ¡Uf, qué puñetera es la vida! ¡Cómo te sorprende!
Os soy sincera, estos pensamientos raramente me los permito, tengo la mente ocupada en… otras cosas (ojalá pudieseis ver mi cara).
Ya sabéis mi nombre; ahora es el turno de contaros cómo llegué hasta aquí. ¡Por cierto!, César será siempre mío, estáis advertidas.
¡Ah!, hoy he escogido el celeste, el malva, el rojo…
Me pego al respaldo del asiento aunque sé que le es imposible verme desde donde está, pero ha sido una reacción por puro instinto de conservación. Hago fotos con el móvil, a locas, a lo que salga. Solo lleva puesto un pantalón, ¡hijo de…! 
¡Ay! ¡Sí, sí, sí! ¡Zorricel a la vista! Está envuelta en una sábana, a su espalda, diciéndole algo. Ahora los estoy grabando en vídeo, que haya de todo, como en botica. ¿Y si lo cuelgo en YouTube?... ¡Lo que me iba a reír! 
Siguen hablando, imagino que esperan que la alarma se silencie sola, aburrida o ronca, a saber. Cardo la coge por el brazo y vuelven al interior; algo me dice que no le ha gustado que ella saliera, ¡ni que se tratara de la reina de Saba y pudieran reconocerla! El auto sigue berreando como un condenado a galeras y entonces caigo en la cuenta de que… ¡Mierda, seguro que baja para apagarla! Me enderezo, el corazón a mil. Si lo hace y mira alrededor, que lo hará cuando vea el piloto roto, me descubrirá. ¡Me va a dar un paro cardíaco! No es que me reconozca con estas pintas, digo yo, pero pensará que he sido testigo y…
¡Tengo que irme ya! ¡Ya! ¡Yaaaaaa!

VANESSA LORRENZ
Sophie ha hecho su fortuna con su programa ¡Al diablo el amor! donde con sus charlas emocionales ayuda a miles de mujeres a superar sus fallidas relaciones amorosas, pero qué sucede cuando el pasado hace frente a Sophie.
Cuando Erick se interponga en su camino, convertido en el nuevo gurú del amor, Sophie necesitara más que un completo programa emocional para mandar al diablo al odioso, estúpido y sexy policía de antro que la derrite por completo con tan solo mirarla.
Descubre si Sophie será capaz de tomar la decisión correcta y decir: ¡Al diablo el amor!

—Muy bien, ¿verdad o reto? —Todas esperaban que dijera verdad, pero sorprendentemente la más tímida de todas eligió lo que ellas no esperaban.
—Reto. —Todas comenzaron a reír y a chiflar como locas recién salidas de un manicomio, haciendo que las voltearan a ver.
—Perfecto. —Zoé tenía una mirada maquiavélica, esperaba que no se pasaran con el reto—. El reto es que vayas y le des un beso en toda regla al tipo de la barra, el estirado de traje, ¡por Dios! ¿A quién se le ocurre venir a este lugar con el traje de la oficina?, seguro que es uno de esos matados por el trabajo, pues nada, Marian, ve y plántale un besazo para que se olvide hasta de cómo se llama. 

***
Digamos que la comedia romántica es como una lectura choco-adicta. Está claro que la vas a disfrutar con tranquilidad, con placer y con muchas risas. Es imposible que estas historias no sean buenas.
Así que toma nota y agrégalas todas a tu biblioteca kindle, te encantarán. 
¡Feliz lectura! 




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